Con este fragmento del himno de Norte de Santander, haciendo gala de sus dotes poéticas e inspirado en la aguerrida lucha que vienen librando los campesinos de la región del Catatumbo, inició su alocución el comandante Jesús Santrich ante la prensa apostada a la entrada del Palacio de las Convenciones de La Habana.
Y es que en la lucha de los norte-santandereanos hoy en resistencia, están representados las voces y los puños de todo un pueblo digno que clama justicia y libertad.
La presencia militar que, a petición del ministro Estupiñán, ataca y aterroriza a los manifestantes en Norte de Santander, envía un mensaje adverso al país y deja en evidencia la verdadera voluntad del gobierno para concertar un acuerdo con las organizaciones reclamantes.
En tono enérgico, el jefe insurgente hizo un llamado a la comunidad internacional y a toda Colombia, a unirse en solidaridad y apoyo con los pobladores del Catatumbo.
Fue una intervención que duró seis minutos, en la que el jefe guerrillero, antes de continuar presentando los puntos 3, 4, 5 y 6 de las primeras diez propuestas mínimas sobre participación política, recordó que en Colombia no se puede hablar de garantías plenas, de democracia real, de justicia social y reconciliación sin que venga a nuestra memoria el exterminio selectivo de la Unión Patriótica.
Como en el tema agrario, en este punto de la participación política, las FARC-EP le han tomado la delantera al gobierno, al presentar al país la primer entrega de propuestas claras y concretas con relación a un asunto tan relevante como es el de la democracia.