Somos las Victimas Nueva Revolución Bolivariana Socialista
HUGO CHAVEZ: TEMPLE DE BOLIVARIANO CONSECUENTE
Por: Carlos Sambrano, jefe nacional del Movimiento Socialista Victimas del Desplazamiento Forzado en Colombia.
El 4 de febrero de 1992, cuando los apóstoles del “fin de la historia” y los propagandistas de la muerte de la izquierda revolucionaria rumiaban plácidamente su pretendido triunfo, las masas populares y los militares patriotas de Venezuela realizaron un heroico intento por cambiar de base la realidad que los agobiaba. Allí, entre los artífices del torrente popular, estaba Hugo Chávez Frías.
Ayer, nos enteramos de la fatídica noticia de su muerte, y los bolivarianos y las bolivarianas del mundo entero lloramos su pérdida que es la de un dirigente y amigo cuyas obras e ideas dividen en dos la historia reciente.
¿Qué media entre el oficial patriota de 1992, y el presidente luchador contra el cáncer de 2013? Estos veintiún años fueron testigos del proceso de formación y consolidación de un movimiento revolucionario de enormes consecuencias, de la elevación de la conciencia de las masas venezolanas, y del resurgir del arsenal ideológico que nos legaron Simón Bolívar y todos los patriotas de Nuestra América. Son pues, veintiún años de identidad entre hombre y pueblo, entre dirigente y proyecto político, entre las heterogéneas voluntades y el caudal unificador.
El Movimiento Socialista Victimas por la Nueva Colombia ha sido siempre admirador de los logros sociales, económicos y políticos de la Venezuela Bolivariana, así como de las iniciativas de integración latinoamericana y mundial que han surgido desde allí. Vemos en ellas la realización de los ideales de nuestro Libertador, Simón Bolívar, así como las raíces de un nuevo ordenamiento internacional vinculado a los pueblos y no a los intereses del gran capital. Igualmente, destacamos el logro fundamental del Comandante Chávez en el terreno de la batalla de ideas: el impulso y la revitalización del pensamiento bolivariano.
Cuando las oligarquías de Nuestra América se regodeaban en el encarcelamiento de las ideas del Libertador, Chávez y su Revolución Bolivariana las hicieron realidad en la práctica. Hoy, la nueva América Latina que mira esperanzada un futuro socialista, es consciente que en las armas ideológicas que nos legaron Bolívar y todos nuestros patriotas verdaderos, está la base para la construcción de nuestra independencia y soberanía.
Por todo esto, lamentamos profundamente la pérdida del Comandante Chávez, artífice de todas estas mil y un batallas que el hermano pueblo venezolano ha sabido emprender con la constancia y la altura de un bravo pueblo que no soporta tiranos. Como bolivarianos y bolivarianas, vemos en Chávez la demostración de lo que ha de ser un honesto y consecuente batallador por la democracia y el socialismo. El Comandante es, hoy, un modelo de revolucionario auténtico y popular que habrá de ser seguido por todos los que queremos una verdadera Patria Grande.
Desde los campos y ciudades de nuestro país, desde la selva amazónica hasta las islas caribeñas, de las honduras del Pacifico hasta la llanura oriental, los patriotas socialistas por la Nueva Colombia rendimos homenaje al comandante sin par de este continente rebelde. ¡Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos!
¡Hasta la Victoria siempre!
Movimiento socialista victimas del desplazamiento forzado en colombia
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Tristemente hay que decir que esta vez el “conejillo de indias” utilizado por los propagandistas del sistema para aterrorizar al pueblo y llenarlo de más supersticiones es la profanada cultura Maya, mediante el esparcimiento de una supuesta profecía que designa este año como el fin del mundo. A partir de este rumor eficientemente esparcido por los medios masivos de comunicación al servicio del gran capital (como Nat Geo, The History Chanel, Caracol tv, entre otros), han venido a aparecer opina dores de todas las pelambres, desde seudocientíficos hasta fanáticos religiosos, para agregarle o quitarle algo a la susodicha profecía y así aumentar el efecto de esta gran mentira, hasta llevarla casi que al pánico colectivo; aprovechándose de la falta de oportunidades que tienen los pobres para acceder al conocimiento y a la educación, con lo cual, sumergidos en la ignorancia terminan aferrándose a falsas esperanzas para superar la miserable vida que llevan.